lunes, 19 de noviembre de 2007

noticias
Siguen los problemas en las escuelas. Ahora la 317

05/11/2007
La puerta antipánico está atada con alambre, los maestros no tienen escritorios, las placas del techo se salen de lugar con el viento. Las puertas de las aulas no tienen manijas ni cerraduras y en varios sectores las paredes están rajadas. Hasta conseguir tizas se convierte en un trabajo arduo. Un informe detallado de los daños le llevó al director 13 páginas. Los padres se quejaron y algunos arreglos se comenzaron a realizar.
Barrios
La situación en las escuelas sigue dando que hablar. Cada semana aparece una escuela con serios problemas edilicios. A los inconvenientes de las ratas en la escuela 169, de barrio Norte, le siguieron los murciélagos de la 260, en el casco céntrico. Aún siguen los ecos de estos problemas cuando se suman las voces de padres de alumnos de la escuela 317, en las 250 viviendas. Los papás se comunicaron con esta redacción criticando las falencias que tiene el edificio y la falta de clases que tuvieron la semana pasada por problemas eléctricos. La Comuna quiso conocer más en detalle sobre estos problemas y visitó el edificio. En una breve recorrida, se constató que las quejas de los padres se ajustan bastante a la realidad. Se encontraron revoques caídos, canillas de baños que están rotas, placas de fibra de vidrio salidas de su lugar en el techo, entre otras cosas. El director, Robinot Villegas, confirmó que hay problemas edilicios y que estos ya han sido puestos a consideración del Consejo de Educación. "De hecho tengo una lista de 13 páginas con los problemas de la escuela", dijo. En la escuela hay 18 aulas y en casi todas ellas los problemas son los mismos: Falta de tubos de iluminación, de manijas y cerraduras de las puertas de las aulas, falta de escritorios para el docente en todas las aulas, la cocina no tiene extractor de aire, por lo que el aire se torna casi irrespirable para los cocineros que preparan el almuerzo. Las famosas puertas antipánico existen, pero parecen no cumplir con la finalidad para la que fueron instaladas. De hecho, hay que atarla con alambre para que el viento no la golpee. A eso se suma la falta de rampas en las escaleras, un histórico reclamo que a esta altura no debería ser tema de discución, menos en escuelas donde suelen existir chicos con alguna discapacidad. Así, la lista sigue manifestando inconvenientes en otras salas. Villegas aclaró que luego de que los padres reclamaran ante el Consejo de Educación, “se envió a personal para reponer los vidrios faltantes y se reparó el sistema eléctrico en la mayoría de las aulas”, dijo el director. Recordemos que hace no mucho tiempo en esta escuela se realizaron mejoras en el techo. A pesar de ello, las placas de policarbonato no están bien sujetas y ante el menor viento se mueven de lugar.
Habría renunciado el arquitecto

El profesional tiene a su cargo revisar los edificios y detectar los problemas. Luego envía el informe de los daños al Consejo de Educación, desde donde se deciden las partidas para las posteriores reparaciones. Este medio se comunicó con la oficina de la señora Marta Vaca de Dousdebez, desde donde se aseguró que no había información al respecto.
Paredes rajadas, techo flotante que cambia de lugar con el viento, puertas sin cerraduras y canillas en los baños que no funcionan. Una realidad que se repite en otras escuelas.




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